Nunca podrás recuperar tu tiempo.
Permíteme hacer esto rápido y darte las 4 D’s para la Gestión del Tiempo:
1. Hazlo: Lo más obvio que puedes hacer con cualquier proyecto es hacerlo ahora. Muchas personas se atascan debido a sus emociones. A veces tenemos un conflicto interior antes de realizar una tarea específica. Si supieras cómo te sientes con respecto a un proyecto, sería más fácil. Tener objetivos más grandes también ayudaría.
Ejemplo: Supongamos que tienes que completar un gran proyecto. Lo mejor que puedes hacer es elegir un día y completar la tarea, no importa el tiempo que te lleve. Averigua qué tienes que hacer y por qué… ¡y hazlo! Recuerda, una tarea completa es mejor que cinco tareas incompletas.
2. Delegue: A veces necesitamos distribuir ciertas tareas entre otras personas. Esto puede no ser fácil porque la mayoría de la gente quiere el control. Queremos hacerlo todo. Sin embargo, debemos dejar ir las cosas que otros pueden hacer mejor. Delegar puede ahorrar mucho tiempo, reducir el estrés y aumentar la productividad.
Por ejemplo: Como trabajo en casa, tengo algunos ayudantes que me permiten realizar más tareas cada día. Por ejemplo, tengo una asistenta que viene a menudo y me limpia toda la casa. Yo no tengo que mover ni un dedo. Nunca hagas una tarea de 1 dólar si quieres ser millonario.
3. Retrasarlo: Algunos de los proyectos que emprendemos pueden parecer una gran prioridad, pero no siempre es el momento adecuado para el proyecto. A veces necesitamos retrasar un proyecto para ganar claridad, cambiar nuestro enfoque o inspirarnos antes de emprender la tarea.
Por ejemplo: Cuando escribí mi primer libro, pensé que era una gran prioridad. Sin embargo, cuando me sentaba a la máquina a escribir, no me salía. Decidí que lo retrasaría. Cuando lo retomé 6 meses después. Escribí las más de 200 páginas en 10 días. Era el momento adecuado.
4. Déjalo: ¿Cuántas tareas podrías dejar ahora mismo? Hay demasiadas responsabilidades como para poner tu atención en las que no importan. Está bien deshacerse de algunas tareas. Al fin y al cabo, algunas responsabilidades no tienen nada que ver con tu éxito.
Por ejemplo: Digamos que estás suscrito a un montón de listas de correo electrónico. Al principio, solías estar al día, pero ahora no tiene importancia. Deshazte de la tarea de leer esos correos dándote de baja. Toma las riendas de tu vida y ponte manos a la obra. Ahorrarás más tiempo en el proceso.
Hazlo, Delégalo, Retrásalo o Deshazte de él.
Ramiro Camiña