Sin unas relaciones adecuadas, nadie puede alcanzar su verdadero potencial.
Una relación se define como una conexión, asociación o implicación. Dependiendo de nuestras relaciones, podemos crear o destruir lo que queramos.
Más concretamente, nuestras relaciones deben ser controladas. Si no podemos controlar estas relaciones, perdemos todo el equilibrio en nuestras vidas.
Hay 5 relaciones que son las más importantes. Tu relación con los objetos, con los demás, con la familia, contigo mismo y con el espíritu son las más importantes que puedes cultivar.
Durante demasiado tiempo, no comprendí ninguna de estas relaciones y sufrí las consecuencias por mi ignorancia al respecto.
Sin embargo, he trabajado diligentemente para compartir contigo la verdad detrás de estas relaciones significativas. De hecho, las he puesto en orden, empezando por la menos importante hasta la más importante. Aquí están:
1. Relación con los objetos: ¿Alguna vez has oído a la gente decir: “Dale una palmada a ese ordenador y funcionará”? Eso es una pura muestra de ignorancia ante las cosas. Si crees que con darle una bofetada a un ordenador para que funcione bastará, seguirás engañándote de la realidad.
Por el contrario, si crees que tus bienes materiales importan, entonces los tratarás con respeto. Por ejemplo, piensa en una persona que tira la basura sin descanso en público frente a otra que no lo hace. La persona que tira la basura allá donde va nunca estará en paz (y no sabrá por qué).
La persona que hace un esfuerzo adicional para tirar sus desperdicios a la basura tendrá una tranquilidad que le permitirá hacer más cosas en su vida. Si respetas todo lo que te rodea y cuidas de tus pertenencias, descubrirás que te llegará más.
2. Relación con los demás: La forma en que piensas, sientes y actúas con los demás son factores determinantes para tu éxito. Si albergas emociones de envidia, venganza, ira, codicia u odio, nunca te saldrás con la tuya. Siempre estarás buscando formas de hacer daño a tus semejantes.
Sin embargo, las emociones de alegría, fe, esperanza y amor pueden cambiar dinámicamente los resultados de tu vida. Las personas más fiables y seguras de sí mismas del mundo siempre encuentran formas de animar a los demás y difundir su amor, incluso de la forma más mínima.
El nivel de tu amor (u odio) puede ser percibido por los demás. Cuando entras en una habitación, la mayoría de la gente sabe de qué vas. Pueden sentir tu energía e inmediatamente saben cómo responder, ya sea consciente o inconscientemente. Creo que la mejor manera de resumirlo es con la siguiente cita.
Puedes engañar a parte de la gente parte del tiempo, pero no puedes engañar a toda la gente todo el tiempo” – Abraham Lincoln.
3. Relaciones con la familia: Quizá te preguntes por qué he separado la relación con “los demás” y con “la familia” o incluso por qué he dado más importancia a “la familia” que a los demás. Es muy sencillo. Si no tienes una buena relación con tu familia, no podrás tenerla con los demás.
Es bien sabido que algunos miembros de tu familia te querrán y otros te odiarán. No tienes por qué querer a todos los miembros de tu familia, pero sí tienes que enviarles emociones positivas. Ni siquiera tienes que tratar con ellos directamente, pero debes estar decidido a enviarles amor.
Todas las familias tienen retos, pero nunca debes descartar a tu familia, especialmente a tu familia intermedia. Si hay un familiar cercano que tiene dificultades, esta es tu oportunidad de practicar tu paciencia y esperanza con él. Aunque sea un inconveniente, nunca te rindas con ellos.
4. Relación con uno mismo: Sólo puedes respetar a la familia, a los demás o a las cosas si puedes controlar la relación contigo mismo. Si puedes creer en ti mismo, descubrirás que todos los demás creerán en ti. Tú eres tu mejor amigo y tu peor enemigo.
Cada día, hay una batalla constante en nuestro interior que nos impulsa a hacer muchas elecciones. Si nuestras elecciones positivas superan a las negativas, nuestras posibilidades de éxito aumentan. En resumen, eres la suma total de todas las elecciones que has hecho hasta ahora.
Tú eres tus elecciones. Hoy puedes elegir tener éxito o fracasar. Tu actitud dictará hacia dónde te dirigirás. Nadie puede controlar esto, excepto tú. La persona que se responsabilice más de sus elecciones ganará en la vida.
Cuanto más cuides de ti mismo, más podrás cuidar de los demás. – Daniel Ally
5. Relación con el Espíritu: Tanto si crees en Dios como en las leyes universales que rigen los cielos y la tierra, tu relación con el Espíritu te permite hacer mucho más de lo que eres capaz. De hecho, cuanto más dejes que el Espíritu te controle, más podrás ser apalancado por el universo.
Muchas personas no se dan cuenta de que son cuerpos espirituales. No logran alcanzar el éxito en sus vidas porque sólo atienden a su mundo físico. Por ejemplo, si se lastiman emocionalmente, recurren a comer en exceso o a las drogas en lugar de abordar el problema (es decir, la culpa, el remordimiento, la falta de perdón, etc.).
Todo lo que hacemos en el mundo espiritual tiene consecuencias. Si quieres tener una experiencia espiritual, no tienes que esforzarte tanto. Hay una manera de hacerlo, pero tendrás que tener una mente abierta. No hay mayor paz que la paz espiritual. Nada te la puede quitar.
Conclusión:
No importa quién seas o a qué te dediques, estas cinco relaciones te harán o te desharán. Si te centras en desarrollarlas cada día, te convertirás en una fuerza imparable para el resto de tu vida.
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Ramiro Camiña