A la hora de emprender un nuevo negocio, cada persona tiene un enfoque diferente.
A lo largo de los años, he asesorado a miles de personas sobre negocios, y he descubierto que hay cuatro enfoques principales que adoptan los nuevos empresarios. Si estás pensando en crear una empresa, toma nota de la mentalidad con la que más te identificas. Sólo hay una respuesta correcta y espero que la encuentres cuanto antes.
Éstas son las 4 formas de crear una empresa:
1. El Solo emprendedor: Hay una palabra horrenda llamada “Solopreneur”. Se trata de personas que tratan de iniciar un negocio por sí mismos prácticamente sin ayuda. Intentan hacerlo todo ellos mismos, lo que les hace abandonar sus verdaderas responsabilidades. Por ejemplo, si tienen una pizzería, intentan aprender código HTML para crear un nuevo sitio web desde cero en lugar de hornear pizzas, que es su fuerte. En esencia, se especializan en cosas menores.
Estos aspirantes a empresarios son los primeros en quemarse. Son el 90% de los que fracasan en tres años. La razón de su fracaso se basa en una comprensión errónea del negocio. Muchos de ellos utilizan el método de “ensayo y error”, que les provoca una gran frustración, pérdida de tiempo y energía, y ataques de pánico masivos. Aunque los detalles son importantes, pueden consumir mucho tiempo si no se delegan las tareas.
Muchas veces estas personas no han desarrollado del todo su mentalidad hacia los negocios. Sus mentes inmaduras buscan constantemente atajos. Suelen dejarse engañar por el marketing multinivel, los planes para hacerse rico rápidamente y otros tipos de trampas. En resumen, no piensan en su estrategia empresarial. Están constantemente corriendo hacia los árboles en lugar de retirarse a la cima de la montaña para echar un vistazo a todo el bosque.
Hay que pagar el coste de ser el jefe. -Ramiro Camiña
2. El derrochador: Alternativamente, hay personas que hacen lo contrario. Delegan todas las responsabilidades y acaban con todo su capital en el proceso. Por ejemplo, gastan una fortuna en un sitio web de primera calidad, pero nunca lo utilizan en todo su potencial. Otro ejemplo es una persona que dota a su empresa de todo su personal o construye toda su marca ¡incluso antes de empezar un negocio!
A lo largo de los años, miles de personas se han dirigido a mí en busca de inversiones. Cuando les hago la pregunta: “¿Para qué piensas utilizar X cantidad?”, normalmente no tienen una respuesta. Un tipo me dijo que necesitaba una inversión de seis cifras para lanzar su aplicación. Cuando miré el coste real, en realidad era menos del 3% de la inversión inicial que me pedía.
Además, algunas personas cogen todos sus ahorros y se lanzan a los negocios al azar. A medida que avanzan en su lista de comprobación, gastan una fortuna en meros caprichos: planes de negocio de 100 páginas, extensas campañas publicitarias, ¡e incluso vestuario completo para sus empleados! Cuando llega el momento de hacer negocios, se dan cuenta de que su dinero ya no puede salvarles, ¡y se hunden como el Titanic!
Cuando una persona con experiencia se encuentra con una persona con dinero, ¡la persona con experiencia se queda con el dinero mientras que la persona con dinero se queda con la experiencia! – Desconocido
3. El perfeccionista: La verdad sobre estas personas es que la mayoría de ellas nunca llegan a poner en marcha su negocio. Como están constantemente dándole vueltas a sus acciones, se estancan en el océano del miedo. Mientras se sientan en sus cubículos mentales, piensan: “¿Y si fracaso? ¿Y si no funciona? ¿Y si tengo éxito?”. Se detienen incluso antes de empezar.
Estas personas pueden compararse a una persona que intenta conducir por las calles más concurridas de Manhattan con todos los semáforos en verde y sin tráfico. Totalmente imposible. Planifican a la perfección y rara vez tienen en cuenta la realidad de la adversidad. Incluso cuando se ponen en marcha, su inercia mental les obliga a retrasar sus decisiones, provocando fricciones mentales y grandes frustraciones en el proceso.
Los perfeccionistas son los mayores procrastinadores. Se han preparado en exceso con información inútil. Mientras aturden sus mentes con estadísticas, hechos, gráficos, escenarios de “qué pasaría si”, precios, datos demográficos y otras minucias, se aíslan de lo que crea un verdadero emprendedor: la acción masiva.
Antes de enfrentarte al mundo, debes enfrentarte a ti mismo. -Ramiro Camiña
4. El emprendedor: Estos emprendedores reflexivos pero decididos dominarán su negocio. Sus acciones hablan más que sus palabras. Estos pioneros que toman notas se ajustan constantemente en el rocoso camino de la iniciativa empresarial. A medida que aumentan sus ingresos, buscan una mayor eficiencia, una mejor formación y una mayor habilidad.
Estos líderes polifacéticos siempre tienen en cuenta los comentarios de clientes, amigos y mentores, lo que les da una oportunidad sustancial de crecer. Además, utilizan su dinero con diligencia. Suele ocurrir cuando han alcanzado un pico que no pueden superar. Además, utilizan su motivación para parar y arrancar sus motores porque tienen pleno control de su vehículo principal: ellos mismos.
Con compromiso y una resistencia absoluta, los emprendedores tienen las intenciones correctas y la dirección adecuada. Aman a la gente y consiguen hitos personales de forma constante. Llegan a lo más alto de su campo porque han creído en su capacidad para servir a los demás. En última instancia, obtienen los mayores beneficios porque se mantienen fieles a sus promesas y a su gente.
O tú diriges tu negocio o tu negocio te dirige a ti. -Ramiro Camiña
Resumen:
De estos cuatro empresarios, ¿a cuál crees que perteneces? Recuerda: si te centras en las personas, los beneficios llegarán. Si te centras en cómo puedes servir mejor a las personas, ¡el beneficio siempre estará ahí! Comparte este artículo y deja un comentario a continuación si te ha gustado.
Ramiro Camiña